lunes, 3 de octubre de 2011

Compradores de humo

Pancarta en un acto de Mariano Rajoy. Foto tomada del área de descargas libres de pp.es
Nunca tanto como hoy la política es sinónimo de mentira. Ni siquiera se puede usar el tópico aquel del "arte" de mentir, porque los políticos cada vez hilan menos fino y son cada vez más soeces y cínicos. Pero eso lo sabe ya todo el mundo, hasta los que quieren creer esas mentiras.

Sin embargo, no deja de ser indignante el populismo irresponsable que se ejerce desde las alturas del poder político frente a las masas votantes, a las que desprecian pero no pueden dejar de lado porque son ellas las que les mantienen allí, en esas cúpulas que cada vez deciden menos sobre los asuntos del país, puestas hace años en las manos financieras, pero que no dejan de ser un ejercicio sin duda delicioso de poder, visto lo que estos personajes son capaces de hacer para mantenerse o volver a esos fueros y privilegios.

Todo esto viene a cuento porque no pude evitar un vuelco en el estómago al leer que el Partido Popular está vendiendo su casi segura victoria electoral el 20 de noviembre como el día del "principio del final de la crisis".

Una afirmación así es grosera se mire como se mire porque, en caso de ser cierta, quiere decir que los dirigentes del PP tienen una solución a la crisis española que no han puesto en marcha para no beneficiar al Gobierno saliente del PSOE, lo cual ya sería mezquino tomando en cuenta el durísimo día a día de millones de familias en España sin ingresos y enfrentándose a recortes sociales básicos (sanidad, educación) cada vez más acuciantes.

De todas maneras, no es cierta, ya que de tener la fórmula para salir de la crisis la habrían aplicado en las comunidades autónomas y los ayuntamientos donde gobiernan, lo que hubiera sido de gran ayuda para convencer al electorado de que ellos saben cómo hacer las cosas. Y no fue así.

Así, de ser falsa, la afirmación es igualmente insultante, porque quiere decir que el PP se está tomando muy a la ligera un asunto de gravedad. Quiere decir que en el partido conservador están convencidos de que el electorado no tiene ni medio centímetro de inteligencia, y que así como es mentira que la crisis española la haya provocado el presidente Rodríguez Zapatero (¡como si la economía mundial no tuviera nada que ver con España!), también lo es que el PP nos sacará de ella, ya que sus causas no están en España.

Esa afirmación es una gran muestra del cinismo de los políticos que ya todos conocemos, pero que el PP gane las elecciones del 20 de noviembre con expectativas falsas de sacar al país de la crisis, no es tanto culpa de ellos como de quienes les voten: esa masa amorfa, ciega y desmemoriada que compra lo que sea que vendan estos tránsfugas fabricantes de humo.



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